"De Girón se pueden sacar muchas lecciones. Sería imposible enumerarlas todas, ni pretendo eso; pero sí quiero señalar algo que, aunque lo he mencionado en otra ocasión, no por ello debe dejar de repetirse un día como hoy: la importancia de Girón no está en la magnitud de la batalla, de los combatientes, de los hechos heroicos que allí tuvieron lugar; la gran trascendencia histórica de Girón no es lo que ocurrió, sino lo que no ocurrió gracias a Girón."
Fidel Castro Ruz
El imperialismo, cuya influencia ha llegado a terrenos insospechados, busca extender su hegemonía por todos los medios posibles, desde los más sutiles hasta los más explícitos: publicidad, religión, música, películas, cultura y la más desesperada: la invasión de guerra.
Después del triunfo de la Revolución Cubana, cualquier acción que pudiese acabar con ella era necesaria, no se podía permitir que ningún país pusiese ejemplo de libertad, igualdad y justicia para todos sus habitantes, los ideales de José Martí eran inadmisibles y el miedo de que fuera un ejemplo e inspiración para otras revoluciones que extendiesen el socialismo en América convertía a la isla en una amenaza potencialmente poderosa.
De esta forma, diversas acciones fueron emprendidas por el imperio para socavar el régimen cubano, siendo la invasión a la Bahía de Cochinos una de las más importantes, pues tan sólo 72 horas después el enemigo era abatido y toda intención de destrucción terminaba de nuevo en una furiosa calma y expectativa por lo que después acontecería. La eterna lucha por continuar siendo un pueblo libre, igualitario y vencedor de toda intención extranjera de acabar con la lucha de los trabajadores y verdaderos dueños de su tierra, inspirados en ideas más altas, que van mucho más allá del egoísmo, la voluntad y la ambición, apenas comenzaba, había que ser ciudadanos inconformes, críticos, conocedores del mundo y las leyes que rigen nuestra humanidad, no pensar en la gloría si no en los ideales de Martí, ni en la muerte, pues ésta no es verdad cuando se ha cumplido bien la obra de la vida.
A las estrellas no se sube por caminos llanos, y prueba de esto son todos los mártires caídos en aquella cruenta batalla de abril, luchadores encargados de repeler al enemigo y enarbolar la bandera del socialismo recién proclamado, vencedores desde el principio en fuerza moral y combativa, convencidos que morir por la patria es vivir, se entregaron a la nada fácil empresa de enfrentar la superioridad militar de los mercenarios pagados y entrenados por los Estados Unidos, aquellos que decidieron vivir en oprobio y afrenta sumisa de la gran bestia que lucha por apoderarse del mundo y derrotar, de forma masiva, a los pueblos de países cuyo viento grita ansias de libertad.
Los días de Girón fueron días gloriosos, nutridos por la vida en sacrificio de cientos de cubanos, premiados por la historia que hoy, como a muchos, recuerda con espada en la mano y la convicción tatuada en la frente de que este mundo caótico, injusto y sumiso puede ver mejores días.
Varias batallas, grandes y silenciosas se han luchado desde entonces, la consigna: la libertad; las armas: la valentía; el premio: la igualdad; la recompensa: la justicia; el precio: la sangre, de las venas, o del alma. Cuba supo hacer realidad el llamado del Che al hacer frente a Estados Unidos con muchas Vietnam (incluso antes de Vietnam), Girón es el ejemplo.
Una nación libre es el resultado de sus pobladores libres. Girón fue una batalla del pueblo y por lo tanto debía resultar victoriosa, pues todos los hombres, antes de entablar combate, sabían a que iban, lo que defendían y a costa de que lo hacían, las perdidas resultarían mínimas ante lo importante de la victoria, en los decaimientos habrían fortalezas y con su muerte darían mas vida a un pueblo hambriento de libertad, y “ahora libertad quiere decir algo más todavía. Libertad quiere decir patria y la disyuntiva nuestra será ¡Patria o Muerte!”
El universo y su expansión
Hace 13 años

No hay comentarios:
Publicar un comentario